Nunca en la historia de la tierra había
Existido un hombre como Noé.
Vándalos eran todos comparados a él,
Existiendo en un estado de corrupción.
Recayó sobre él la misión de salvar al mundo.
Grandes eran las dificultades de la tarea.
Otros decidieron ayudar a Noé,
Nephilim, seres caídos de los cielos.
Nació en ellos el deseo de colaborar
Al ver en Noé la oportunidad de la tierra salvar.
Grande su tecnología y aún mayor su esplendor,
Iniciaron la tarea con la mejor disposición.
Verlos, los demás hombres no podían,
En las sombras trabajaban noche y día.
Yacía en ellos un nuevo amanecer tecnológico,
Oráculos de un futuro porvenir.
Un futuro que Noé tuvo en su presente.
Un futuro que Noé utilizo
Para salvar lo que estaba a su alrededor.
Nunca imaginaron los humanos
En todo el globo terrestre, que una hecatombe
Vendría a ahogar en si todo lo
Existente sobre la superficie.
Ruinas quedarían donde vida había.
Gozaron sublime ignorancia del
Oscuro final que pronto vendría.
Nacieron del cielo sombrías formas:
Nubes que dentro de sí traían el gran limpiador,
Agua que todo cubrió y dentro de sí acabó.
Los únicos sobrevivientes, Noé y su familia.
Encapsulados en un gran cubo de metal,
Tecnología alienígena que les trajo salvación.
Ya cuando todo el cataclismo terminó,
Ordenadamente del transporte salieron.
Unidos en harmonía tecnológica todos menos uno.
Destruyó Cam la relación con su padre,
Ostracismo auto-infligido al burlarse de Noé cuando
Whiskey, o vino o cerveza tomó.
Nunca regresó Cam a la presencia de su padre.
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